Scott Rubin es director de Comunicación y Políticas Públicas de Google para Europa, Oriente Próximo y África. Sus responsabilidades también incluyen los proyectos de la firma del buscador en campos como la alfabetización digital y navegación segura para menores.

Antes de incorporarse a Google, Scott Rubin trabajó para un think tank independiente en San Francisco, California y en la compañía de comunicación Pearl Knob Communications.

Rubin ha estudiado literatura en la Universidad de Harvard y ha seguido distintos seminarios de escritura de ficción en la The Johns Hopkins University.

Bilton ha trabajado durante los últimos quince años en diversos campos relacionados entre sí: del storytelling al diseño, pasando por el periodismo, la publicidad, la enseñanza y la tecnología. Antes de ser responsable de Tecnología en The New York Times lideró la traslación de la edición impresa a la digital, al tiempo que realizó un profundo trabajo de investigación sobre el futuro de los medios de comunicación, analizando tendencias, dispositivos y hábitos de consumo de información.

Junto con su compañero en el Research and Development Lab de The New York Times lanzó en 2007 la start-up ShifD, que ofrece soluciones para optimizar el paso de información entre ordenadores y dispositivos móviles. Su tecnología fue la ganadora del Yahoo! Hack Day en 2007. Anteriormente, Bilton trabajó en la industria cinematográfica con Miramax Films y en la industria de la publicidad como director creativo y, aunque no está orgulloso de ello, diseñó la primera muñeca de Britney Spears. “Siéntete libre de contactar con Nick (con un corto email) en bilton@nytimes.com“, recuerda a sus lectores.

Foto de Justin Oulette.

A los dos años su padre fue asesinado por los nazis. Más tarde, su tío fue asesinado por los comunistas. Vizinczey mostró interés por la literatura ya desde adolescente. Con apenas 16 años Vizinczey publicaba poemas en la revista Forum. Más tarde, estudio en la Universidad de Budapest y se graduó en la Academia de Artes Teatrales y Cinematográficas de la ciudad en el año 1956. Sus primeras obras, La última palabra –ganadora del Attila József Prize- y Mama, fueron prohibidas por el régimen comunista. Participó en la revolución del año 56, antes de verse obligado a exiliarse en Canadá, país en el que fundó la revista literaria y política Exchange y en el que trabajó para el Canada’s National Film Board y para la CBS como escritor y productor.

Vizinczey es también autor de distintos estudios y ensayos, entre los que destacan Las reglas del caos (1962) y Verdad y mentiras en la literatura (1985).

En sus obras analiza frecuentemente el uso de la retórica por parte de los políticos y los periodistas. Asimismo, Baggini ha profundizado en los valores y creencias imperantes en Reino Unido hoy en día. Sus obras de divulgación filosófica se aproximan a temas muy diversos, desde el ateísmo hasta la política o el sentido de la existencia humana.

En su última obra, The Ego Trick (2011), reflexiona sobre los cambios que experimentan  las personas a lo largo de su vida, y se aventura en la búsqueda del ‘yo real’ no sólo desde  la filosofía, sino también desde la antropología, la sociología y la psicología.

Baggini es miembro del Humanist Philosophers’ Group y del Committee for the Scientific Examination of Religion, al tiempo que apoya a la British Humanist Association. Es colaborador habitual de una variedad de prestigiosos periódicos, revistas y radios, como The Guardian, BBC Radio, FT Weekend Magazine, entre otros, y cofundador y editor jefe de The Philosophers Magazine.

Churchland ha centrado principalmente sus estudios en la relación entre la neurociencia y la filosofía. Desde esa perspectiva ha investigado la naturaleza de la mente humana y el impacto de los descubrimientos de la neurociencia en conceptos como la moralidad, el libre albedrío y la responsabilidad. Churchland defiende que la mejor fuente de información para entender la naturaleza de la mente es la investigación científica. Sus últimos trabajos se han centrado en la neuroética. Sus escritos sobre estas materias son hoy una referencia mundial.

Estudió en la Universidad de la Columbia Británica, la Universidad de Pittsburgh, y la Universidad de Oxford. En 1991 ganó el premio MacArthur, que concede cada año la Fundación John D. and Catherine T. MacArthur a personas brillantes en su campo de trabajo.  Es esposa del también filósofo Paul Churchland.

Churchland es autora de los libros Neurophilosophy (1986), The Computational Brain (1992), Brain-Wise (2002) y Braintrust: What neuroscience tells us about morality (2011).